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sábado, 5 de julio de 2014
jueves, 26 de junio de 2014
Comportamiento de los bebes: "Reacciones circulares"
¿Has observado que tu bebé
succiona el pulgar? ¿o que produce sonidos (tipo arrullo) cuando quiere dormir.
Cuando tu niño repite con frecuencia un comportamiento que se ha producido de
forma casual, estamos hablando de reacciones circulares. Hoy, a
través de algunos ejemplos, podrás conocer cómo tu bebé va aprendiendo.
Piaget describió los tipos de reacciones circulares como:
Reacciones
circulares primarias. (Ocurre entre el primer y cuarto mes de vida)
Durante toda esta etapa, podrás
notar que tu bebé descubrirá sus manos. Esto irá de la mano con la reacción
circular que te describimos a continuación.
El reflejo que tiene tu bebé es
el de succión. Lo hace para poder alimentarse a través de la lactancia. Por
ello, si mamá roza su dedo, o el pezón muy cerca de la boca del bebé, éste
intentará girar y succionarlo.
Pero si por casualidad, el bebé
que durante esta etapa tiene movimientos del cuerpo involuntarios, rozara sus
propias manos o su dedito frente a su boca, también lograría succionarlo.
Succionar le producirá, por ello querrá repetirlo.
El bebé acaba de descubrir
algo nuevo, pero ahora no logrará hacerlo de nuevo de manera inmediata. De
forma casual, mediante el movimiento poco a poco logrará hacerlo sin mayor
esfuerzo y en menor tiempo, hasta que logre llevar el dedito directamente a su
boca. Son reacciones primarias porque
se dan en el propio cuerpo del bebé.
Reacciones circulares
secundarias. (Ocurre entre cuarto y décimo mes de vida)
Tu bebé descubrirá algo nuevo,
pero esta vez ya no estará relacionado con su propio cuerpo. ¿Recuerdas cuando
le das una sonaja? Durante los primeros meses, la sonaja la coge-suelta sólo
por acto reflejo, posteriormente, logrará tener la intención de coger este
objeto.
En uno de sus movimientos, tu bebé descubrirá el sonido que produce su
sonaja. Poco a poco, logrará coger la sonaja y sacudirla porque es un sonido
que le agrada. Así, cada vez en menor tiempo, lo habrá logrado. Verás que son reacciones
secundarias, porque se dan en un objeto fuera del cuerpo del bebé (este es la
sonaja)
Reacciones circulares terciarias
(ocurre desde el año hasta los 18 meses)
En esta etapa, el niño realizará
diferentes acciones pues observará resultados diferentes. Ya no será repetitivo
para obtener un resultado sino diferentes. Notarás que tu niño, al jugar con
un tamborcito de juguete, lo golpeará para provocar el sonido.
Luego ya no
golpeará el tambor, sino la mesa y el sonido que producirá es otro. Tal vez
golpee la silla o los juguetes más próximos a él, obteniendo en cada uno,
diferentes resultados que son los propios sonidos.
Estimulación musical de niños y bebés
La iniciación
musical empieza en la propia casa del niño. Los padres pueden introducirle en
los placeres del ritmo y los sonidos.
A los bebés y los niños en sus primeros pasos les gusta mucho bailar y dar
palmas. Además, los bebés se serenan si se les canta o si les tararean canciones con suavidad. Tengamos o no sentido musical, parece ser que hay en
nosotros una especie de instinto que encaja con la propia capacidad del bebé para responder
a los sonidos y a los movimientos.
¿Qué tipo de música le gusta a tu hijo?
Es divertido
investigar qué clase de música le gustan a tu hijo. Escoge un momento en el que
esté despierto, atento y mirándote admirado. Selecciona distintos tipos de
música, desde clásica hasta rock, y observa sus reacciones. Al niño le agradará seguramente
la música suave y fluida con una melodía definida; sin embargo, a medida que se
haga mayor, seguramente preferirá canciones con altibajos, con un buen ritmo,
bien marcado. Te darás cuenta de que los diversos tipos de música le atraerán en épocas diferentes.
En cuanto tu
hijo sea capaz de fijarse y concentrarse en tu cara durante algo más de unos
pocos segundos, a partir de las seis o siete semanas, atrae su atención
entonándole canciones
y ritmos; haz también la mímica. A los bebés y a los niños que comienzan a caminar,
hasta que tienen edad de ir al colegio, les encanta. Prueba con las que te son
familiares de tu infancia. A medida que
tu bebé crezca intentará cantar contigo. Se mostrará emocionado cuando
repita una o dos palabras y dé palmadas con sus manitas o se ponga de
puntillas.
La educación musical temprana para el buen
desarrollo del bebé
Deja que tu
hijo note que puede formar parte de la música. Cuando le cantes o él cante contigo, dale palmadas en las manos y enséñale cómo puede él también dar
palmas. No esperes que lo haga sin ayuda hasta que no haya cumplido un año; e
incluso entonces, pasará algún tiempo antes de que consiga un sonido de palmas
propiamente dicho. No importa, al animarle para que se una a ti le estás
ayudando a comprender que la música
es una fuente de diversión.
La educación
musical temprana, es decir, en niños de 2 a 5 años, tiene como
objetivo el descubrimiento y desarrollo de las capacidades expresivas,
musicales y psicomotoras del niño, que permitan posteriormente la elección
de un instrumento, según sus preferencias y aptitudes. La música para ellos
debe ser un juego de sonidos y
expresiones corporales, a través de los movimientos, la sensibilización
motriz, visual y auditiva, y el contacto con las fuentes
musicales. De una forma general, se trabaja con:
- El desarrollo de la voz: lenguaje
y canto.
- El contacto con las fuentes sonoras a través de materiales diversos: objetos e instrumentos.
- El reconocimiento y la representación en cuanto a la duración, intensidad, altura, timbre, etc., del sonido.
- El desarrollo de la percepción auditiva y del pensamiento musical.
- La utilización del movimiento como medio de expresión y sensibilización motriz, visual y auditiva, para conocer el propio cuerpo, desarrollar el sentido rítmico y fomentar las relaciones sociales.
- El contacto con las fuentes sonoras a través de materiales diversos: objetos e instrumentos.
- El reconocimiento y la representación en cuanto a la duración, intensidad, altura, timbre, etc., del sonido.
- El desarrollo de la percepción auditiva y del pensamiento musical.
- La utilización del movimiento como medio de expresión y sensibilización motriz, visual y auditiva, para conocer el propio cuerpo, desarrollar el sentido rítmico y fomentar las relaciones sociales.
La reacción de los bebés cuando sus papás llegan a casa
Cuando nació mi
hija, me he permitido dedicar dos años íntegros a ella, para conocerla,
aprender a cuidarla y a estar más con la princesa de la casa. Creo que he
aprendido más con ella que ella conmigo. Una de las cosas que he aprendido con
ella fue valorar las pequeñas cosas y momentos que a veces no
olvidamos de su importancia. Uno de ellos, fue la de recibir con gran alegría
la llegada de una persona querida. Cuando su padre volvía del trabajo,
solo de escuchar su voz, mi pequeña empezaba a mover sus piernas, sus brazos, y
a chillar tanto que se le caía la baba. Era emocionante!!!!!
Ahora, ya bastante mayor, ella sigue haciéndolo, pero
de otra forma. Cuando llega a casa, y no está su padre, ella siempre me
pregunta dónde está él. Ahora somos nosotros los que nos preguntamos dónde está
ella. Somos nosotros que nos emocionamos (sin gritos ni babas, claro) cuando
ella llega a casa, contándonos su jornada, sus cositas...
Que lindo es el reencuentro, los abrazos, los besos, el calor de las
sonrisas, qué bonito es la sencillez del cariño... y todos los
sentimientos que no se transmiten solo con palabras... Al ver este vídeo,
confieso que casi me salta una lagrimita de emoción. No he podido evitar
la sonrisa ni echar de menos a una etapa tan dulce y hermosa de mi bebé.
Si quieres sentir esta ternura, mira este vídeo, y ya verás que te traerá
buenos recuerdos de los encuentros de tu bebé con su papá.
Reacciones del bebé ante las primeras comidas
Comer alimentos nuevos es algo
que el bebé tendrá que aprender, si bien algunos sabores le podrán ser un poco
familiares porque los experimentaron por medio de la leche materna, comer los
alimentos sólidos no sólo les dará un sabor más intenso sino que también la
consistencia será totalmente diferente, lo cual necesitará que el bebé mastique
en vez de succionar.
Normalmente, los bebés muestran
desagrado al darle la primer cucharadita de papilla, este gesto no
necesariamente significa que no le guste la comida sino que no reconoce ese
tipo de alimento; por lo que se activará su instinto de defensa (neofobia), que
consiste en rechazar el alimento nuevo. Ante esta reacción, debe insistir en la
alimentación (lo cual NO significa obligarlo) ofreciéndole nuevamente el
alimento, en muy pequeñas porciones (1/4 de cucharita será suficiente) hasta
que acepte sobretodo la textura.
El gusto por los alimentos en los
bebés podrá determinarse luego de haber probado el sabor del alimento unas 8 a
10 veces, si el bebé rechazara el alimento antes, sólo puede significar que no
está acostumbrado a la textura del mismo. Los bebés tienen preferencia por los
sabores dulces, por lo cual se recomienda introducir primero las frutas para
que se acostumbren a la textura, luego vegetales dulcotes y finalmente los
demás alimentos.
Durante esta etapa de transición
es muy importante que la hora de la comida del bebé sea especial, tomándose
precauciones para no tener interrupciones, contar con un ambiente tranquilo,
que la persona que lo vaya a alimentar esté tranquila para eliminar cualquier
motivo que pueda generar la ansiedad en el bebé. Muchas veces la expectativa
que tienen los padres ante la primera comida del bebé es transmitida a éste,
generando que el bebé rechace la comida con el fin de atraer la atención de sus
padres.
El rechazo a la comida no siempre
es falta de apetito, hay bebés que no quieren comer la comida pero si comen
dulces, galletas, jugos, etc., no debe darle golosinas al bebé antes de las
comidas, el azúcar y harinas que contienen les da una sensación de llenura.
Otra forma de rechazo a la comida
tiene que ver con el excesivo desgaste del físico, bebés muy activos estarán
muy cansados que querrán descansar antes que comer; en este caso se debe
alimentar al bebé luego de la siesta. Contrariamente un niño pasivo, no tendrá
mayor desgaste de energía y en consecuencia su apetito se verá disminuido; en
estos casos es recomendable estimular al bebé a realizar actividades como
jugar, hacer que salte con nuestra ayuda, salir de paseo porque la atención
también necesita de energía; bebés más grandes pueden caminar, trepar, ir a los
juegos, etc.
Los bebés y los niños son
imitadores por excelencia, si ve que usted separa las arvejas en su plato y no
las come, es casi seguro que sus hijos hagan lo mismo. Esta recomendación va
también para los modales en la mesa.
Sea cual fuera el motivo por el cual su hijo rechaza la comida o tiene poco apetito, usted puede ayudarlo: si es un bebé pequeño que se está iniciando en las comidas, combine sus papillas con leche materna lo cual ofrecerá un sabor familiar; para bebés más grandes puede combinar los alimentos nuevos con alimentos que ya le son familiares y le gustan, o puede incluir el alimento que no le gusta dentro de una preparación, por ejemplo, si no le gusta las papas, puede espesar la crema de verduras que le gusta con papas en vez de harina.
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